Así es…
“Todos los grandes logros requieren tiempo.” ~ Maya Angelou
Todos tenemos una imagen de lo que queremos en nuestras cabezas. Nos apegamos a una línea de tiempo para lograrlo. Fantaseamos acerca de los resultados y de cómo nos va a traer la felicidad.
Entonces empezamos a trabajar duro para lograrlo.
Pero cuando no lo conseguimos de inmediato, nos frustramos. Queremos que las cosas se muevan tan rápido como sea posible.
Si queremos una relación, queremos encontrar nuestra pareja perfecta, tan pronto como nos sea posible. Si estamos construyendo una carrera o un negocio, queremos que el éxito nos llegue en meses. Si queremos dominar una habilidad, esperamos tenerla al cabo de varias semanas.
Ahora mismo, yo estoy en esta etapa del medio.
Estoy en el medio de conseguir que mi sueño se haga realidad y de ser lo que quiero que sea. Debido a que mi sueño no se ha materializado todavía, hay días donde pierdo la motivación, porque en el fondo siento que si no está sucediendo todavía, entonces quizás no es para mí.
Odio la espera; Odio esta zona gris en la que me encuentro.
Quiero que los resultados ahora. Quiero que llegue esa validación externa. Quiero asegurarme de que no estoy perdiendo el tiempo y de que lo que estoy haciendo tiene sentido.
Pero estoy aprendiendo que ésto no funciona así.
Cuando nos resistimos a este período de tiempo, nos crea mucha ansiedad, pero si miramos más de cerca podemos encontrar que el retraso en realidad contiene grandes lecciones para nosotros.
He estado intentando vivir una vida más llena de felicidad y significado. Pero la ansiedad que siento no se alinea con lo que yo digo que quiero y tampoco me acerca a ello. De hecho, estoy creando más demora. Procrastino, me resisto, y me pongo de mal humor.
Así que he hecho una decisión consciente para entender las lecciones que me está dando la vida.
Fue difícil al principio, sobre todo porque sentía que “debía tenerlo ahora”. La última cosa que quería escuchar era que tenía que esperar un poco más. Me resistí porque me engañé pensando que si lo ignoraba, tal vez las cosas se movían a una velocidad más rápida.
Pero con el tiempo, a la vez que las lecciones se hacían más claras, me dieron la paz y la tranquilidad de que las cosas se están moviendo siempre a la velocidad adecuada.
¿Qué podemos aprender de los retrasos?
1. UN RETRASO ES LA OPORTUNIDAD DE DEJAR DE LADO EL APEGO A LOS RESULTADOS.
Cuando nos desprendemos de nuestro apego a los resultados específicos, somos más capaces de concentrarnos en nuestro oficio ¿Porque que sucedería si el resultado no es lo que tu te imaginabas que fuera? ¿Vas a dejar de crear? ¿Vas a dejar de trabajar en tu pasión?
2. UN RETRASO PUEDE AYUDAR A DARNOS CUENTA DE LO MUCHO QUE QUEREMOS AQUELLO.
¿Lo quieres tanto como para seguir trabajando en ello a pesar de no obtener el resultado inmediato?
3. UN RETRASO PUEDE AYUDARNOS A CONSTRUIR UNA BASE MÁS SÓLIDA.
Nos prepara y nos ayuda a desarrollar los músculos. Mejoramos en nuestro oficio. Averiguamos maneras de utilizarlo para ayudar mejor a otros. Practicamos y aprendemos durante este período de espera para que, cuando llegue el momento, estemos preparados para dirigirlo mejor.
4. UN RETRASO PUEDE ENSEÑARNOS A PENSAR CREATIVAMENTE.
Cuando nuestro camino no está funcionando y estamos acorralados, puede obligarnos a pensar nuevas ideas y nuevas formas de hacer las cosas.
5. UN RETRASO PUEDE ENSEÑARNOS A ACEPTAR QUE TODO LO QUE VALE LA PENA TARDA SU TIEMPO.
Se necesita tiempo para que las cosas crezcan. Se necesita tiempo para crear confianza. Se necesita tiempo para construir cualquier cosa. Cuanto antes entendamos esto, más pronto nos liberaremos de la ansiedad y más rápido nos centraremos en hacer lo que tenemos que hacer.
6. UN RETRASO PUEDE ENSEÑARNOS A SER PRODUCTIVOS MIENTRAS ESPERAMOS.
Cuando somos capaces de aceptar que algunas cosas están fuera de nuestro control y que las cosas no siempre suceden tan rápido como nos gustaría, somos más capaces de ser productivos, ya que no estamos abrumados y distraídos por el miedo y la ansiedad.
7. UN RETRASO PUEDE ENSEÑARNOS A RECONOCER Y APRECIAR EL PROGRESO.
Con un esfuerzo consciente, soy capaz de ver mis logros y todo el progreso que he hecho hasta ahora en lugar de quejarme simplemente porque todavía no estoy donde quiero estar. Esto es importante porque se elimina la resistencia que me impedía hacer el trabajo que tenía que hacer; además, me siento más realizado.
8. UN RETRASO PUEDE ENSEÑARNOS A SER AGRADECIDOS POR LO QUE VAMOS A RECIBIR.
Debido a que he puesto mi sudor y lágrimas en el inicio de mi sueño desde el principio, me aseguraré de que voy a hacer lo que sea para alimentarlo y no darlo por sentado.
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Un retraso no es una negación. Sólo porque algo no está sucediendo ahora, no quiere decir que no sea para nosotros. Todavía me impaciento, pero se está haciendo más fácil, porque sé que un retraso puede servir a un propósito mayor y a nuestro mayor bien. Así pues, si tu estás pasando por un momento difícil y algo no se está materializando ahora, simplemente espera. Encuentra consuelo en saber que un retraso en realidad te puede beneficiar… ¡y mucho!
Seguramente no puedes verlo ahora, pero aférrarte igualmente a esta creencia. Esto te ayudará a encontrar la paz interior y a seguir trabajando para estar cada vez más cerca de lo que sea que quieras.